Pues resultó ser más sencillo de lo que imaginaba, tienen como una especie de taburete alto donde sientas al bebe y le das la manita al mismo tiempo que otra persona, en este caso papi y la abuela Concha, intentan captar su atención situados tras el fotógrafo.
Cual fue mi sorpresa al ver que Vega no sólo estuvo quieta sino que además parecía que le molase eso de posar, la tía miraba al fotógrafo con picardía mientras le sonreía, ver para creer y es que mi niña parece que ha nacido para esto jijijij (es broma).
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